Rutas por Roquetas de Mar
Costa
Seguramente la ruta más flexible de todas, dependerá de nuestro punto de partida, de donde estemos alojados, podremos realizarla en un sentido u otro. Articula el resto de todas las localizaciones, realizando esta excursión pasaremos por todas ellas.
La describiremos de norte a sur, desde Aguadulce hasta Cerrillos. Podremos realizarlo recorridos en vehículo, a pie, o en bicicleta. En vehículo motorizado, cada una de las playas son nuestra referencia, siguiendo la señalización viaria podremos acceder a las principales playas y luego, recorrerlas a pie.
Para llegar en bicicleta podremos aprovechar la existencia de una importante red de carriles, que igualmente nos llevarán a las principales playas. Es una sana opción de desplazamiento.
A pie, un largo y plácido paseo por las playas. Disponemos del trazado del Sendero de Gran Recorrido GR-92, que también tiene la denominación europea: E-10 por su transnacionalidad (es un recorrido por el arco noroeste del mediterráneo y en Niza cambia la dirección hacia el norte para terminar en la ciudad alemana Stralsund, prácticamente en las puertas del mar Báltico). Hay que advertir que no todos los tramos están señalizados. Pero es fácil seguirlo ya que discurre por el tramo de costa.
Como todos los recorridos por sendero, debemos tener en cuenta que un calzado cómodo y unos calcetines adecuados para esta práctica, es una garantía de éxito. No debemos olvidar crema solar y gorra para protegernos del sol. Según la época del año, no es mala idea portar alguna prenda impermeable y cortavientos. Aunque en Roquetas de Mar se lucha activa y eficazmente contra los mosquitos, también es recomendable llevar el oportuno repelente para estos insectos (particularmente tras las lluvias).
Andando, disponemos de unas cuatro horas para recorrer tranquilamente la costa. Claro que, con las observaciones de aves seguramente el tiempo se dilate.
El puerto deportivo de Aguadulce es el lugar de partida. Dentro de él se observarán aves que encuentran en las dársenas refugio y tranquilidad, además de comida en los bandos de pececillos que viven en estas aguas.
La playa de Aguadulce, 1900 metros eminentemente urbanos, y en los que en las escolleras son extraordinarios lugares para ver aves marinas descansando.
La Ventilla, hasta alcanzar el Palmeral del mismo nombre ofrece una playa poco más de un kilómetro (1.100 mts), en la que desemboca una de las grandes ramblas de la zona: Las Hortichuelas.
Justo al comenzar el siguiente tramo, la playa de los Bajos, en ella nos encontramos numerosos elementos de interés. Desde los Tarays singulares que crecen en la rompiente del mar gracias a una generosa geología que descarga en el lugar el agua captada en la colindante sierra, hasta el naturalizado palmeral que le da nombre al sitio. Todo un oasis para las aves, especialmente para las pequeñas que necesitan posarse en las ramas y hojas. Es precisamente aquí donde confluyen otros elementos de interés. Estamos en un lugar clasificado como Bien de Interés Cultural, el yacimiento “Turianana”, un importante asentamiento romano que dispuso además de un puerto, que hoy forma el monumento Natural “Arrecife-Barrera de Posidonia”, una de las joyas de la costa roquetera. Junto a él otro de los lugares de observación de aves: La ribera de la Algaida.
La playa de las Salinas, 1330 metros que comienzan precisamente en el lugar donde llegaba el antiguo acceso a esta instalación industrial que en otro tiempo fue clave para economía local y que construyó el paisaje: las Salinas de San Rafael, de ella conserva el nombre hasta la desembocadura de la rambla del Cañuelo. De esta rambla se puede destacar la peculiaridad de que a través de ella una cuarta parte de la ladera sur Sierra de Gádor, vierten sus aguas en el mar, ya en el resto de la costa, hasta el poniente, no habrá otra que lo haga.
A partir de aquí, hacia el sur, las playas urbanas se sucederán, la que le sigue en este recorrido es la de La Romanilla, con 1310 metros de longitud y que termina en la gran instalación portuaria de la zona: el puerto de Roquetas de Mar. Este puerto, al igual que el de aguadulce es muy atractivo para algunas aves, y tiene el interés añadido de su carácter de puerto pesquero.
El Castillo de Santa Ana, sobre la Laja de Roquetas, es el lugar donde comienza la siguiente de las playas. Un total de 1510 metros de costa reciben el nombre de “La Bajadilla”. Cuando llegamos a lo que fue el inicio de la Urbanización de Roquetas de Mar, el Centro de Interés Turístico Nacional, la playa adopta el nombre de ésta durante casi dos kilómetros, justo hasta donde comienza la ampliación denominada “Playa Serena”, la cual será la siguiente durante unos 1780 metros.
El límite del Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar con la urbanización, cerca de “Laja del Palo” es el inicio del último tramo de playa, y el de nuestro itinerario. Desde este lugar el acceso motorizado se ha de realizar por el espacio protegido, es recomendable seguir haciéndolo peatonalmente a través de GR-92. Este sendero aún transcurrirá paralelo a la costa durante 1300 metros, en este momento vira hacia el norte y se separa de la playa. Nuestro recurrido continuará casi mil metros más por la playa. En todo este tramo hay un camino de tierra paralelo, pero separado por una estrecha duna inmovilizada por la vegetación.